
Una de las cosas más entretenidas de ser modelo es, por lejos, tener la oportunidad de viajar y conocer constantemente distintas ciudades y países del mundo. Si bien no siempre puedo recorrer todos los lugares como me gustaría -principalmente por la falta de tiempo-, he encontrado que hay un aspecto de mi rutina que me permite mirar el mundo desde otra perspectiva: el running.
Porque viajar tanto también es un desafío. Mi rutina debe estar en un constante proceso de adaptación a esos nuevos lugares, pero también a distintos horarios. Esto hace que sea particularmente difícil poder incluir a mi vida disciplinas deportivas que me obliguen a depender de un aparato o un lugar determinado. En ese sentido, el running ha sido una solución perfecta: lo suficientemente flexible como para adaptarse a mis horarios y lo suficientemente potente como para mantenerme siempre energizada.
Me encanta correr por las ciudades del mundo donde me toca trabajar. Todos los lugares tienen un sabor diferente, una mística especial. Y eso es lo lindo del running, que puedo hacerlo cuando yo quiera y, cuando lo practico en un lugar nuevo, me permite conocer, recorrer, mirar con otros ojos. Eso es súper motivante y se suma al golpe de energía que te entrega correr, ése que transforma todas las tensiones y el stress del trabajo diario en algo positivo; en una catarsis que te deja lista y preparada para los desafíos de una nueva jornada.
Adoro correr. Siento que es algo tan natural y tan misterioso al mismo tiempo. Basta con ponerse un par de zapatillas y lanzarse a las calles, a los senderos. Hay días en que es la mejor forma de darse cuenta de que el cuerpo necesita un descanso. Hay otros días en que te das cuenta de que puede dar mucho más de lo que creías. Pero sea como sea, siempre es una oportunidad para conocerse, para conectarse con la naturaleza, con la ciudad, con el entorno. Y eso me fascina.
Roberto parra
Excelentes ideas inspiradoras.
Raul
Totalmente de acuerdo. Correr cambia tu vida para bien