
¡El maratón de Buenos Aires está a la vuelta de la esquina! Así fueron mis últimas semanas de entrenamiento
¡Ya se ve en el calendario! El maratón de Buenos Aires está a prácticamente un mes de distancia y los últimos esfuerzos del entrenamiento son claves para el rendimiento del gran día. Estas últimas semanas han sido bien intensas y provechosas para conocer mis capacidades, ampliarlas para la gran meta y, finalmente, para reconocer mis límites y mi cuerpo.
No sé si les conté, pero me detectaron una periostitis en la pierna derecha que se inflama y molesta cuando hago mucho impacto en el piso. Por eso, pasada la fecha en la que hice los 30K por primera vez, empecé a descansar más.
Durante la semana 13 del entrenamiento, salí a correr solo 3 días. En el resto del tiempo, hice clases de spinning en Youtopia Club; como el running, este ejercicio sirve para fortalecer la musculatura de las piernas y trabaja mucho la fuerza y la resistencia, pero como no ejerce un impacto en el piso, la periostitis no se inflama. ¡Perfecto!
A la semana siguiente, continué con una rutina exclusiva de spinning y visitando al Kine Yerko, también de Youtopia Club, dos veces a la semana.
Después, vino el regaloneo. Me fui a Brasil para visitar a mi familia y amigos. Qué rico se siente estar cerca de tus queridos, ¿no? Comí harto y pasé mucho calor, pero sin dejar de correr. Mi determinación era bien exigente: salía todos los días a las 7 de la mañana con Roberto, mi pololo. A esa hora, ya hacían 32 grados (en serio). A la vuelta de los 8K, la temperatura se acercaba a los 40 (sigue siendo en serio).
El desafío era completo. Hacer esa distancia con el calor de la ciudad equivale a hacer 15K en las calles de Santiago. Por supuesto, el primer día fue el más difícil, pero después el cuerpo se acostumbra al clima y te empiezas a motivar.
A la semana 16, ya de vuelta en Santiago, volví al descanso. Y eso significa cero running y puro spinning. Luego, participé en las clases de Nike Running Club con el coach Lucho Montenegro y los Pacers de Nike. Aprendes un montón y, lo mejor de todo, es que las clases ¡son gratis! Es solo cuestión de inscribirse en la página www.nike.com/santiago, elegir el kilometraje y el equipo en el que quieres participar: nuevos, normal y profesional.
En la semana 18, hice un total de 60K. Corrí por Santiago junto a Lucho y la Meli (¿se acuerdan de ella?). Al final de esa misma semana, me fui a Puerto Varas y participé en la corrida de 5K, los que los completé en el menor tiempo hasta el momento: ¡20 minutos! Y ojo que ese día llovió muchísimo.
¡Imagínense cómo quedaron las zapatillas! Como no llevé otro par, tuve que ingeniármelas para secarlas rápido y estar en condiciones para enfrentar el desafío del día siguiente: los 21K de Puerto Varas. Obvio que nada fue fácil: la lavandería no me entregó las zapatillas hasta pasada la medianoche y, con toda la ansiedad a cuestas, pude dormir un poco menos de las 8 horas que le dedico al sueño.
A la mañana siguiente, ya estaba en pie a las 6 para desayunar bien y hacer la digestiòn necesaria para evitar efectos en la carrera. Al final, dormì como 5 horas.
Lucho me acompañó. Los primeros 10K fueron de puras subidas y, sí, fue súper duro. La periostitis hacía todo lo que podía para detenerme, pero yo seguí adelante. Así, completé la carrera en 1 hora y 41 minutos; nada mal para haber dormido tan poco, por la lluvia y el frío y, sobre todo, por la molestia constante de la inflamación.
Después de esa aventura, me tocó un nuevo descanso. Volví al spinning y al kinesiólogo. Eso sí, este domingo vuelvo a las pistas en los 21K de Asics de Santiago.
¡Queda tan poco para Buenos Aires! De solo pensarlo, me emociono. Es uno de mis grandes sueños y estoy segura que el inicio de una gran pasión: hacer maratones por todo el mundo.