
¡Un 18 desordenado, pero no desmedido! Así paso las fiestas patrias en Chile
¡Ya se acerca el 18! Durante todos los años que vivo aquí, he aprendido a tomarle cariño a esta fiesta chilena. Es una de mis épocas favoritas para estar en Chile porque veo a todas las personas muy felices.
Es de lo mejor andar por las calles de Santiago o cualquier otra ciudad. Y no solo porque los días están cada vez más lindos y es como la bienvenida a la primavera, sino que especialmente porque todos te saludan con una tremenda sonrisa en la cara. Se escucha la cueca en las radios y te encuentras con los niños vestidos con los trajes típicos para bailar.
¡Todo es alegría en el 18! Y hartas empanadas y terremotos, ¡jaja!
Yo amo comer empanadas. Así que se pueden imaginar lo feliz que estoy durante estos días. Parezco una niña esperando que salgan del horno, particularmente si son de pino que son mis favoritas lejos. Son unas pequeñas vacaciones para desordenarse de la dieta y pasarlo bien, pero sin desmedirse, porque después se pagan las consecuencias. Y yo tengo que estar atenta -sin ser una terrorista de las calorías, claro- para no retroceder en el avance de mi entrenamiento para Buenos Aires.
Por eso, lo paso bien comiendo relajadamente, pero sin desordenarme. Como no tomo alcohol, tengo un punto a favor evitando las resacas y la deshidratación; ahí les doy un gran consejo: mantengan un nivel alto de hidratación, durante todos los días. Eso permite mejorar el metabolismo y mantener bien los niveles del cuerpo. Y, obviamente, no manejar si le van a dedicar tiempo a la chicha, las piscolas y los terremotos :).
Mi segundo consejo: acompañen el infaltable asado con abundantes legumbres, vegetales y ensaladas. Así se aseguran del consumo de suficiente fibra y vitaminas, evitando la intoxicación del organismo con un excesivo consumo de carnes rojas y grasas.
Y, finalmente, lo principal: que la alegría siga harto tiempo después del 18. Porque la felicidad es la que nos mueve y nos anima, siempre, en primer lugar.
¡Felices fiestas!