¿Cómo cuidar la piel y el pelo en verano?: Mis secretos

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No lo puedo negar: soy 100% veranista. Si bien el invierno tiene lo suyo y por supuesto que es rico quedarse en la camita abrigada, durante el verano sin duda que me sale todo lo brasileña que tengo y busco siempre sol, calorcito y playa.

Sin embargo, el verano expone mi piel y mi pelo a condiciones súper inhóspitas que hacen necesario un cuidado profundo, aún más considerando el clima seco de Chile que hace estragos con la hidratación. ¡Actualízate para esta temporada y lúcete al máximo con una piel sana y un pelo deslumbrante! Aquí te comparto un par de mis consejos.

Siempre (SIEMPRE) con bloqueador

En mis tips de invierno dije lo mismo, pero es tan importante, que lo vuelvo a repetir ahora en verano: es imprescindible usar bloqueador de alto factor solar todos los días. No importa si sabes que no vas a salir o si está nublado. Los rayos UVA y UVB pasan a través de las ventanas y hasta son emitidas por las pantallas que usas a diario (te estoy mirando a ti, celular), por lo que siempre es necesario seguir o derechamente adquirir este hábito. No sólo te ayudará con la hiperpigmentación en tu piel y los signos del envejecimiento, sino que también es tu mejor arma contra las peligrosas enfermedades a la piel. ¿Qué factor es mejor? SPF50 y SPF50+. ¿Otra idea? Intenta integrar un sombrero de ala ancha a tu look para proteger tu rostro de los rayos del sol.

Elige maquillaje en crema

Dado que Chile tiene un clima seco, el tema de la hidratación es primordial en el verano. Si bien tomar agua es la mejor solución (hablaremos de eso más abajo), el maquillaje en formato de crema en vez de los polvos ayudan mucho a mantener la piel hidratada. En este marco, elige bases en crema o en formato de cojín, que son ligeras y a la vez bien pigmentadas. En verano yo uso el DoubleWear Cushion BB de Esteé Lauder, que puedo llevar a todos lados para hacer retoques, no me tapa los poros y, lo mejor, tiene factor solar SPF50 que se suma al bloqueador. Otra buena opción es optar por rubores y sombras en crema y labiales con acabo tipo lip stain que, a diferencia del acabado matte, no reseca tus labios. ¿Otro consejo? En los días de más calor, opta por una máscara waterproof.

Toma agua…  mucha agua

Éste es otro de los consejos que se repiten en toda temporada. Y es que la ingesta de agua es una de las claves para el buen cuidado de la piel, pero en verano lo es más aún, porque el calor nos hace sudar más y, por ende, hace que estemos en una constante necesidad de rellenar nuestras reservas. Lo ideal son siempre 2 litros u 8 vasos de agua al día. Tómalos como tú quieras (puede ser sola, como té helado o en otro formato), pero no lo reemplaces por bebidas o jugos, ya que nutricionalmente no es para nada parecido. ¿Quieres ir más allá? Una buena opción para variar es el agua de coco. Es altamente nutritiva y contiene minerales y electrolitos que te hidratan (y mantienen hidratado) por mucho más tiempo.

¿Aceites? Sí, pero sólo en la noche

Muchas veces nos recomiendan aceites puros o compuestos para el cuidado de la piel. El de coco es el nuevo aceite popular por todas sus propiedades hidratantes, pero también está el de argán -que sirve para el pelo y el rostro-, el de tea tree como desinfectante para espinillas y poros tapados, y el de rosa mosqueta para marcas y cicatrices. Sea cual sea el que uses, sólo úsalo en la noche. ¿Por qué? El aceite sobre la piel, combinada con los rayos solares, puede devenir en la hiperpigmentación de la piel, dejando manchas indeseadas que pueden resultar hasta indelebles. Cuando uses aceites en el rostro, asesórate de un dermatólogo y sigue las instrucciones al pie de la letra.

Para el pelo el aceite también es tu amigo

El clima seco, el sol y el cloro de las piscinas son una combinación letal para el pelo. Éste tiende a secarse, lo que resulta en pelo enredado y, eventualmente, quebrado y con esa apariencia pajosa. Si consumes mucha agua, esto también ayudará a tu pelo, pero al igual que tu piel, también debes entregarle atención directa e hidratarlo con máscaras o masajes capilares. En este sentido, siempre recomiendo el uso de aceites naturales, como el ya mencionado argán, el de almendras, el de menta, de coco o hasta el de oliva que encuentras en cualquier supermercado. ¿La clave? No te lo dejes más de 20 minutos. Hay algunos que creen que mientras más rato lo dejas es mejor, pero esto es un mito. Las máscaras capilares deben dejarse por un tiempo determinado ya que, de lo contrario, saturan el pelo.

Si te atreves, dale con agua fría

Éste es un buen consejo tanto para la piel como para el pelo. Aprovecha que no hace tanto frío y atrévete a bajarle la temperatura al agua de tu ducha. Ideal si al final puedes darte un chorro de agua helada antes de salir. ¡No, no estoy loca! Tiene sentido. El agua fría tiene múltiples beneficios, como por ejemplo, cerrar los poros, lo que a su vez evita que se tapen con la contaminación, el sudor y el sebo que produce naturalmente nuestra piel en esta época, y que finalmente puede resultan en puntos negros y espinillas. Por otro lado, el agua helada tiene un efecto similar en el pelo, sellando la cutícula y dejándolo más fuerte, sano y brillante. Por si fuera poco, el chorro al final de la ducha ayuda a la circulación de la sangre, lo que eventualmente aporta a la firmeza de la piel e incluso, al crecimiento y fortalecimiento del cabello: un cuero cabelludo bien irrigado, es un cuero cabelludo sano.

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